EL MAR, LA MAR
No sé, a veces siento nostalgia de la mar, de su infinito movimiento de olas apretujándose o rezumando sosiego, como un animal extendiéndose hasta más allá del horizonte sin poder desentumecerse del todo, derramándose en su eterna lucha por apoderarse de un pedazo de tierra para asomarse al infinito.