REPORTAJE SOBRE LOS AGOTES
http://www.jotdown.es/2015/09/el-orgullo-de-los-malditos/
Somos hijos de una raza maldita.
Xabier Santxotena habla, a menudo, en primera persona del plural.
—Decían que éramos herejes, que hacíamos pactos con el diablo, que teníamos lepra, que no teníamos lóbulos en las orejas, que nuestra sangre hervía. Que si pisábamos descalzos, la hierba no volvía a crecer. Si agarrábamos una manzana, se pudría. En este valle no nos dejaban tener tierras, ni ganado, ni sacar madera de los bosques comunales, ni beber de las fuentes de los pueblos. Teníamos que llevar un distintivo rojo, una tela cosida en la ropa con forma de huella de oca.
Santxotena desciende de aquellas gentes que se instalaron en la Edad Media en el barrio de Bozate, un racimo de caseríos blancos en una pradera del valle del Baztán (Navarra). Es un pueblo de cien habitantes, caminos empedrados, calles estrechas, varias huertas, una pequeña plantación de maíz, casas con explosión de geranios en los balcones y carteles que ofrecen miel casera y zumo de manzana. En la pradera pastan las ovejas, al fondo se elevan las primeras montañas pirenaicas de mil metros, un telón de laderas verdes y rasas. Bozate es una postal, Bozate fue un gueto hasta ayer.
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